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Informe de Vendimia de Bodegas Torres en Rioja, Ribera del Duero, Rueda y Rías Baixas

Rioja
Julio Carreter, enólogo
En la Rioja, la campaña 2016 vino marcada por la sequía y por la presencia de
una gran cantidad de uva en la viña. El estado sanitario fue inmejorable y los
vinos mantienen la calidad, mostrándose muy aptos para la crianza, a pesar
de que el nivel de madurez fue medio.

Las lluvias caídas a finales de agosto, entre 30 y 50 litros según la zona, permitieron dar un respiro al viñedo y alcanzar unos niveles de madurez suficientes.

La buena climatología favoreció un excelente estado sanitario del viñedo
pero la falta de agua desde el mes de mayo y las altas temperaturas registradas
en verano ralentizaron la maduración del fruto.

Si la cosecha 2015 se presentaba siendo la más temprana de la historia, la
campaña 2016 llegó en fechas habituales. Al igual que ocurría el año pasado,
el desarrollo de la vendimia fue bastante simultáneo en todo el territorio
concentrándose en unas pocas semanas. Comenzamos el 10 de octubre con
las fincas de la zona de Baños de Ebro y Asa y finalizamos el día 23 de octubre
con las fincas de Labastida.

En general, los vinos muestran una concentración media, son muy afrutados
en nariz y en boca se presentan frescos y con una estructura adecuada. La
graduación y el color son inferiores al año pasado aunque, por el contrario,
tienen mejores pHs y acideces más elevadas lo que les augura un buen envejecimiento en barrica y botella.

Ribera del Duero
Juan Ramón García, enólogo
La vendimia 2016 en Ribera del Duero se caracterizó por las abundantes lluvias
en primavera, que proporcionaron rendimientos elevados, alcanzando
una cifra récord en toda la DO.

La climatología vino marcada por un invierno suave con temperaturas mínimas
superiores a lo esperado y menor número de heladas invernales; las
lluvias primaverales que hicieron que el envero se retrasara; y el fuerte calor
de finales de agosto y principios de septiembre que hizo que la viña cerrase
estomas y retrasase aún más su ciclo.

Estas condiciones climatológicas nos obligaron a realizar una minuciosa selección de parcelas, ya que la madurez alcohólica fue determinante a la hora
de iniciar la cosecha. Así, comenzamos a recoger la uva más madura en los
municipios de Quintanilla de Arriba, Peñafiel y Pesquera de Duero el 5 de
octubre, 12 días más tarde que el año anterior. La vendimia fue más larga de
lo habitual, debido a la fuerte selección de parcelas y a las lluvias, que nos
hicieron detener la cosecha. La finalizamos el 20 de octubre.

La calidad de la uva fue excelente, mostrando una gran sanidad así como con un buen equilibrio entre la madurez polifenólica y la alcohólica. Los vinos de la cosecha 2016 presentan grandes colores y taninos muy sedosos y finos.
Son vinos muy redondos y equilibrados.

Rueda
Juan Ramón García,enólogo
La vendimia en Rueda puede definirse como tardía, si se tiene en cuenta
que comenzamos a cosechar la sauvignon blanc 20 días más tarde que el año pasado. Este retraso en el ciclo vegetativo también afectó la verdejo
e hizo que la maduración de ambas variedades coincidiera y se cosecharan
en paralelo, presentando un nivel de sanidad excelente.

Las lluvias de primavera retrasaron el envero y aumentado la producción del
viñedo. El final del verano fue muy cálido, alcanzando temperaturas cercanas
a los 40 °C a finales de agosto y principios de septiembre, y esto hizo que la
planta se protegiera y retrasara un poco la maduración.

Empezamos la vendimia el 25 de septiembre con la sauvignon blanc, y al
cabo de cinco días, cosechamos la verdejo de la finca de Villafranca del Duero.
La entrada de uva fue muy pausada, esperando a la madurez de cada una de
las parcelas que conforman esta finca. Concluimos con las cepas centenarias
de verdejo de la zona de Segovia el 14 de octubre. Los rendimientos por hectárea
fueron superiores a los del año anterior.

Los vinos de esta cosecha presentan una nariz muy fresca y varietal y una
boca muy equilibrada.

Rías Baixas
Xavier Rubires, enólogo
La vendimia en Galicia en 2016 fue totalmente opuesta a la del año pasado
en cuanto a climatología. La primavera y el inicio del verano fueron muy lluviosos, mientras que a medida que avanzaba el verano fue muy seco y cálido.
Se preveía inicialmente un retraso en el ciclo de la viña de hasta tres semanas
en el mes de junio con respecto al 2015 y todo hacía presagiar una vendimia
tardía y fresca. Debido a las temperaturas del verano anormalmente altas y
con escasa precipitación, la maduración de la uva se aceleró, especialmente
en la zona de Rías Baixas. Finalmente, se inició la vendimia en épocas normales
a mediados de septiembre, con rendimientos parecidos a la vendimia
pasada.

Siendo un año de perfil cálido, los vinos tienen una graduación alcohólica que
estará en torno a 13 grados y una acidez balanceada, por lo que el perfil será de aromas maduros pero con buena acidez, ligeramente diferente a las tres anteriores añadas que dieron lugar a vinos con acideces elevadas y aromas frescos.

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