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¿Vino de cereza?

La bodega Badell Herrero tiene su sede en la Masia de Can Pi de la Serra, en Torrelles de Llobregat, uno de los vértices de un triángulo famoso por la producción de cereza formado también por Sant Climent de Llobregat y Santa Coloma de Cervelló. La pequeña empresa ha invertido 100.000 euros en maquinaria y materia prima para obtener su primera añada, unas 15.000 botellas.

Su primer crianza, que ha empezado a pasear por las ferias, ha sido guardado en barrica de roble durante nueve meses y cada botella cuesta 26 euros. Es seco, afrutado y muy aromático, con la presencia y los matices de un vino de uva de calidad. Son pocos los paladares capaces de detectar que no está hecho de uva, sino de cereza. “No es un licor ni un zumo. Es vino de cereza y por lo que sabemos, el único en el mundo”, explica su creador, Josep Badell.

Fuente: http://www.elperiodico.com/es/noticias/economia/vino-cereza-5506629
¿Vino de Cereza?
“Era una cuestión de tiempo, ingenio y principios. Nada de maceraciones ni coupages con vino de uva. La cereza debe defenderse sola y demostrar que es una fruta perfectamente vinificable, bondadosa, plena y de características particulares que hacen de su vino un producto complejo y único”.

Josep Badell

En nuestros procesos no usamos ningún tipo de coadyuvante ni aditivo artificial, sólo usamos métodos tradicionales basados en la fermentación, maceración, reducción, pasteurización y crianza, sea en acero inoxidable, madera o vidrio.

El uso de sulfitos se restringe a la elaboración de vinos de cereza y derivados como el vinagre, siendo su concentración muy baja. Con ello, sorprende la capacidad de conservación de nuestros vinos de cereza que, tras ser descorchados, se conservan perfectamente durante días, llegando a su plenitud si lo decantamos antes de su consumo.

Con dos kilos de cereza por botella de 75 cl, podríamos decir que la cereza rinde poco si la comparamos con la uva al elaborar un caldo fermentado. A pesar de ello, presenta características organolépticas similares a la uva, y ofrece una gran originalidad a nuestros fermentados, elaborados de manera similar a los vinos tradicionales.

Conceptos como la fermentación alcohólica, la fermentación maloláctica o la crianza, sea en barrica o en botella, también son propios del vino de cereza. Si a eso le añadimos su particular color, aroma y acidez, conseguimos un producto sorprendente y novedoso, lleno de posibilidades en el mundo de la gastronomía.

¿No debería saber a cereza un vino de cereza?

Es la pregunta del millón. Nosotros respondemos con otra pregunta. ¿Acaso el vino sabe a uva?

Tanto el de uva como el de cereza, son producto de un proceso de vinificación basado en la fermentación alcohólica. Tras ese proceso, ni la uva es uva, ni la cereza es cereza. Ambas habrán sufrido un proceso de transformación que da como resultado una bebida alcohólica, ácida, amarga y con ciertas particularidades heredadas de la fruta de origen: en nuestro caso la cereza.

One Comment

  • Beatriz

    Personalmente no creo deba llamarse vino de cereza , ya que vino es Bebida alcohólica que se obtiene por fermentación del zumo exclusivamente de la uva.

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